5.9.09

El amor y el desgano,
durmiendo en la misma cama,
no son buena compañía.
Por eso recorre bares,
va buscando más excesos,
y mira de tanto en tanto
juntando bocas con besos.
Remonta calles de piedra,
se maquilla la sonrisa,
y revuelca sobre la mesa
el mazo y todos los dados:
Generala de arrabales
y un póker de simpatía
que pierde de 2 a 7
.