26.8.06

Sueños de libertad
en un presente sin rumbo.
Libertad, de huracanes hostiles
y castigos sin piedad,
ni necesidad.
Libetad para querer,
pero mas para ser querido.
Libertad de esas que llenan,
el alma de vientos frescos,
y los estomagos de mariposas.
Libertad para que no paguen
Los justos por pecadores.

24.8.06

Cenicienta, son más de las 12 (En memoria de Bodoque)

Sin ningún hada madrina, ni caballos ni doncellas,
así era mi reino .
Y por más que parecí un príncipe,
siempre fui la calabaza,
y vos...
vos siempre una princesa.

Nunca merecí tanta riqueza, como tus dones, tu belleza.
Ni tu pasión desmedida.
Más se me premió una noche,
quizá porque la vida no vale nada
si no es para merecer.

Y aunque sabía que todo sueño tiene un final,
y que alguna vez sería la hora de acabar el hechizo
(y todo volvería a ser gris y oscuro),
sentí que lo merecía,
quise soñar despierto.

Pero en el reloj dieron las doce,
Y aunque la magia me concedió como deseo un tiempo más,
al fin me quedé sin palacio,
y volví a ser la calabaza.

MMV/III/XXVIII
La mañana siguiente no hubo mañana y la noche pareció perpetuarse en el horizonte costero. Ni Luna había que los alumbrara.
Pasada hace rato la hora del gallo todos se miraron azorados y, bajo la luz artificial, observaron de reojo el reloj de la plaza que indicaba que el Sol debería estar abrazándolos como en cualquier mediodía de verano.
No habían chocado los planetas... o si. Es que el Sol y la Luna habían pasado la noche ensayando una nueva reconciliación durante largas horas, y se habían quedado dormidos después de compartir el último cigarrillo.

XXIV/I/MMV
En medio de la discusión, donde abundaban los gritos, reproches y puteadas de las más variadas, él no hacía más que pensar los porqué de cómo habían llegado a eso. Y en un instante de hielo en la sangre, tomo la cuchilla y la clavó hasta el fondo de sus vísceras.
Todos se acallaron al instante. Su tía sólo atinó a tomarse la cara y romper en llanto, al tiempo que su tío trataba de que los ojos no le salieran de las cuencas.
El no hizo más que ver la sangre que surgía a borbotones, giró su cara impávida y sólo insistió en preguntarle:
- ¿Sos feliz ahora?
Después se desplomó llevándose consigo la angustia de sus últimos cuatro años.
XXIV/I/MMIV
Que el amor venga de golpe, que se extrañe sólo si es correspondido, que hay veces en que es imperioso llamar para ver como estas y otras en que alcanza con un mensaje... que de la noche a la mañana uno se sienta mejor sin razón aparente (o aparentemente no comentable), que de golpe yo vuelva a caer en lo mismo después de haber pensado que estaba curado (lo q es casi igual a decir que sigo enamorado)... que uno sea expresamente importante solo cuando hay disponibilidad, que la vida se resuelva de maneras tan extrañas, que los fines de semana sean lo peor de la semana, que la sal de la vida tenga un gusto tan amargo, y que haya veces en que todo parece haberse encaminado hasta que algo se encarga de darnos un golpe y demostrarnos que todo era humo de colores... A mi, me da para pensar.
No se sentía bien y se echó a caminar por las calles porteñas. Deambulando por Corrientes se metió en un café. Era, cualquiera sea, su lugar preferido en tiempos de melancolía.
Sentado en una mesa pidió un cortado, sacó su libreta y comenzó a dibujar la historia de un tipo melancólico que caminaba por el centro y se sentó en un bar, se pidió un café y en su libreta de notas narró la historia de un tipo que se metió en un bar para, café de por medio, escribir una melancólica historia sobre un tiempo que gustaba de sentarse en los bares, se tomaba un café cuando estaba melancólico y una vez contó en su libreta la historia de un tipo que odiaba el centro, odiaba los cafés, odiaba la melancolía y nunca había escrito nada en toda su vida.

VII/II/MMV
Rara es la vida. Mucho tiempo había pasado desde que mi mamá me ayudaba a soplar las velitas de la torta de cumpleaños. Nos mirábamos, nos reíamos, cantábamos juntos el feliz cumpleaños y me daba a mi, el cumpleañero, la primera porción.
Treinta años después mi hijo, su nieto, la mira, se ríen, cantan el feliz cumpleaños y soplan juntos las velitas. El corta la torta y le da la primera porción.
Se llevan el doble de mi edad. Se portan igual. La vida pegó la vuelta. Rara la vida.

VII/II/MMV
Un día le dijo: - Te quiero con el alma, porque me iluminás el alma.
Un día ella dejó de quererlo y el murió.
Su alma había muerto antes.

II/II/MMV

23.8.06


Aunque no le hiciera falta, él tiene por costumbre tomarla de la cara, pedirle que lo mire a los ojos, y decirle: -Te amo mucho, sabés? Nunca te lo olvides... ¿Nunca te vas a olvidar de que te amo? Y se aseguraba que le respondiera satisfactoriamente.

Y esperaba, perdido en sus pequeños ojos y en su boca en forma de corazón, a que ella asintiera con la cabeza, lo abrazara, le palmeara la espalda, y consolara sus lágrimas.

Aunque no le hiciera falta, ella cada tanto tiene por costumbre tomarlo de la cara, mirarlo a los ojos y decirle: -Nunca te olvides de mis besos.

A ella le faltan meses para cumplir los dos años, el "apenas" cumplió 29, y en esos momentos se siente el hombre más maravilloso del mundo.

XXIV/III/MMVI


Me fui con un amargo sabor de boca, como si me faltara algo. Quizá porque deseaba otro tipo de reunión, o de despedida, en otro lugar.

Quizá eso que me quedó en la boca es el deseo de haber besado la tuya, primer paso para seguir por tu cuello y bajar por tu cuerpo, deteniéndome en tus pechos, hasta morir entre tus piernas al punto en que me pidieras, me rogaras, me imploraras.
Puede que ese sabor amargo haya sido el liptus de la nada, o el de haberme quedado con ganas de todo.

22.8.06


Cuando el reloj marcó las siete me vio levantarme en un instante y salir hacia Corrientes
en busca del olvido.

Pero, inútilmente me levanto cada día deseando lo mismo,
Sin caer en la cuenta de que nada es para siempre,
y que todo vuelve algún día.

Y esta vez, por la mañana, me di cuenta de que cada vez que me despierte
me quedaré en tu sueño, y te quedarás en el mío, hasta la muerte.