31.7.07

Voy, pero no se a que.
No se si por la necesidad necia de verte,
o sólo a buscar la migas de mi
que quedaron en tu solapa.
Puede que sea para comprobar si califico para actor,
o si queda alguna parte de mi
que no sienta nada al estar cerca tuyo.
Quizá, la más probable,
sea la de ver si existe alguna parte de vos
que también sea como yo, y que no se resista.
Porque ya lo dijo Tupac Amarú
"no es solo culpable el que somete,
sino también el que no se revela".

29.7.07

La angustia crece y vaya uno a saber por qué.
Pero crece...
obstruye los caminos de la buena memoria,
te hace bucear en la mierda,
te saca el traje lindo
y te viste de harapos.
Te corta la respiración,
te altera el ánimo,
te nubla la vista,
te engrosa la voz,
te afana una lágrima.
Un domingo cualquiera te puede pasar.
Estás con algunos, pero no lo estás,
penando en aquello que te toca el alma
que te roza el cuore sin pedirte más.
Y la angustia, otra vez...
Volver a empezar.

24.7.07

Hoy tengo ganas de mi.
Tomarme un bondi a Nuncavuelvas,
llegar a casa, bajar un cambio,
poner música fuerte y cantar
aunque lo haga bien mal.
Abrir un vino y desparramarme en el piso.
Prender un cigarrillo,
o colgarme de una rama,
apagar la luz y estar conmigo.
Hoy es un buen día para mimarme,
abrazarme, consolarme,
llorar sobre mi propio hombro,
hablarme y escucharme.
Es un día perfecto para ocuparme de mi,
aunque me cueste y suene egoísta,
porque tengo necesidad de no batallar, ni desesperar,
sino de gritar a viva voz lo que me venga en gana.
Llorar o reír según se me ocurra sin dar excusas,
y de sentirme que tengo un lugar en el mundo
al que puedo ir sin pedir permiso.

23.7.07

La melanconlía de ya no ser,
o dejar de ser hasta nuevo aviso,
me atacó otra vez, pero no por sorpresa.
La estaba esperando, viene siempre.
Como en cada viaje,
cuando pego la vuelta y despierto,
y descubro que sigo siendo yo,
que terminó la magia,
que se termina la vuelta y no saqué la sortija.
Esta vez no me arrinconó.
Llegó despacio,
mientras yo esperaba otras cosas también,
y se sentó a mi lado hasta que me quedé dormido.
Me susurró al oído que ya no piense,
que disfrute lo vivido y me quede con eso,
y que no piense en una próxima vez.
Y mientras el sueño confundía su voz con tu recuerdo
y la esperanza de que me llames,
la Melancolía me aseguró que se quedaría conmigo todo el lunes.
Caía la noche,
lloraba el deseo y gritaba la angustia,
las penas se encarnaban,
se enquistaban en el pecho,
y el huracán se había llevado lo poco que había en mi cabeza.
Pero tu voz me dijo que estabas cerca,
que no habías perdido la memoria,
que te acordabas de mi.
Volvió la paz,
la tranquilidad,
y las estrellas subieron al cielo
dejándose ver lúdicas y sonrientes,
animando una larga pero ya no incómoda noche
donde tu mensaje te traia constantemente a mi.

21.7.07

A orillas del Paraná,
el río solo me dice tu nombre.
Ni los afónicos bramidos de los hombre-máquina,
ni el clamor popular
de Santa Fe de la Vera Cruz,
pueden acallar tu voz,
la que como un eco profundo
resuena en mi cabeza
repitiendo las palabras que mas me gusta oír.
Esas que pocas veces escucho,
las que siempre pido,
y que en el ayer me parecieron mas sinceras que nunca.
Esas mismas que esperé afanosamente todo el día,
con ilusión,
con impacienia,
con la misma pasión que tenían los besos que me guardé antes de partir
y que lejos de morir,
se reproducen minuto a minuto
pensando en llegar a destino.

20.7.07

Me pregunto hasta cuando te querré como hasta hoy?
Mi corazón necesita vacaciones, me voy y me lo llevo,
en un bolso con tus viejos besos
(esos que me quedé esperando hasta la partida),
y otros nuevos, míos, que te tenían como destino.
Mi cabeza también necesita descanso, pero no se donde se va.
A vos también te necesito...
Voy a tratar de aprender a no extrañarte,
aunque me cueste, aunque me duela, aunque no quiera.
Quizá el aire mediterráneo ayude a mitigar tu recuerdo,
calme las aguas,
rompa el cristal.
La distancia será juez...
También el tiempo y los kilómetros pueden resaltar mi necesidad de vos...
¿Y tu necesidad de mi? ¿Tendrás necesidad de mi?

19.7.07

Hoy no es un buen dia.
El viento me alcanzó tu perfume,
ese que siento cuando mi cara roza tu mejilla
al tantear tu boca.
Y te busqué...
pero no estabas ni remotamente cerca,
y no se cuando vas a estarlo,
y no se si volverás a estarlo.
Quizá ese aroma a vainillas
era sólo el perfume de la despedida.

18.7.07

Otra vez (en mucho tiempo)
no hago caso a mis contradicciones
y bastardeo al sentido común,
el menos común de todos los sentidos.
Vuelvo a mi,
que no me encontraba, no me recordaba.
Redescubro mis heridas y las sano
como si un lengüetazo de la vida las lamiera sin querer.
Vuelvo a estar en condiciones,
vuelvo a sentir el viento sobre esa cara, mi cara,
que yacía adormecida por falta de estímulos
y gesticulaba casi automáticamente.
Ya sin ojos de ternero degollado
busco dar, que tomes, que aceptes, que disfrutes
y disfrutar yo también.
Hoy la risa brota de más adentro,
empieza antes de llegar a la boca
y cuando toca mis labios
dice tu nombre.

17.7.07

Quisiera ser hombro,
para que te duermas en mi mojada en llanto.
Quisiera ser brazos,
para rodearte, darte calor y contenerte.
Quisiera ser cuello,
para que me abraces vos a mi.
Quisiera ser un buen sentimiento,
para sacarte la angustia y levantarte el ánimo.
Me conformo con ser pañuelo
y que me necesites para secar tus lágrimas.

16.7.07

No busques más excusas para disfrutar.
Es que la vida no es aceptar,
sino luchar.
Yo lucho por vos cada día,
y eso no me hace bueno, ni un noble caballero,
sólo me hace un luchador
pero que siente en el pecho el porqué de cada batalla,
que cada contienda en busca de un momento a solas,
buscando tu corazón, tu piel y tu boca,
es una nueva señal de que estoy vivo.

15.7.07

Inevitable cruzar las miradas,
sentir la emoción de encontrar tus ojos.
Inevitable el querer tocarte,
al menos rozando una parte,
la más minúscula de tu piel.
Inevitable mirarte la boca,
y no querer desearla,
y llevarme de premio un beso esquinado
y mal acomodado.
Inevitable tenerte tan cerca
y no querer tenerte.
Inevitable quererlo evitar,
y lo mejor es no tener que hacerlo.

14.7.07

Vas, venis,
te soltás, te amarrás.
Te mostrás, te ofrecés,
te escondés, te perdés.
O cruzás y venís,
o me abrís, o salto yo.
Y un reloj que no es esquivo,
ni manda ni nos lastima,
marca por fin la hora exacta
de abrir la puerta para ir a jugar.

13.7.07

Si por mi fuera, te comería la boca todos los dias.
Como no puedo, me conformo con una vez a la semana.
Y debe ser semana calendario...
Me gustaría que me pensaras como un remedio que cura heridas,
como una fuente de eterna juventud,
o al menos como un quitapenas (aunque sea un arma de doble filo).
Me gusta cuando me decís lo que sentís,
pero más que sientas lo que decís.
Y en un día de esos de mierda, te diría:
Largá todo y veni a verme
al menos un rato,
que te como la boca de a poquito
y te susurro al oído,
veni que te curo la angustia
y te lleno de besos el cuerpo y el alma.

9.7.07

Vi nevar algunas veces.
Pero ver nevar en Buenos Aires, en la misma bostezada Capital,
ver caer esa lluvia blanca en el Parque Rivadavia,
que la escarcha te pegue en la boca como besos de la Naturaleza,
resultó de esos momentos mágicos que te da la vida.

Esos, que te regala de vez en cuando como para equilibrar las cuentas,
para demostrarte que no todo es lo de siempre,
para que sepas que la monotonía también se toma vacaciones.

Esos que disfrutás Marlboro en mano y con los ojos cerrados,
respirando bien hondo y agradeciendo el haber despertado una mañana.

Esos que hubiera querido compartir con tu boca y tus caricias, funediéndome entre tus abrazos para darle envidia al frío,
esos a los que le faltabas vos para hacer un día perfecto.

7.7.07

La intensidad de los momentos
es lo que los hace eternos,
sin importar cuanto duren.

5.7.07

A veces quiero volver.
No fue mi mejor época,
también hubo desengaños,
ausencias, dolores y pérdidas,
pero extraño la libertad
de jugar otros juegos menos dañinos.

4.7.07

Me juego día a día las cartas que traigo encima,
barajo a cada instante y siempre reparto igual.
No es que no me de cuenta que el juego terminó,
es que no quiero que termine.
No es que no me sirva que alientes,
es que no te quiero de hincha,
sino en mi equipo.
Tan debil,
tan diminuto me veo hoy
que me doy bronca,
pero más rabia me da el no aceptar que ya perdí.
Si por mi fuera, me cago a piñas.
Si por mi fuera, te llevo conmigo.
Si por mi fuera, me rompo la boca.
Si por mi fuera, me como la tuya.
No se a que le temo más.
Si a no olvidarte, a no poder hacerlo
o a esa inquebrantable convicción de que no debo (y que debo).
Ahora me aprieta el pecho,
me asfixio,
siento la falta de oxigeno por estar tan lejos,
pero más aún por no tenerte.
Me jode esa angustia que crea en mi todo lo vivido,
lo poco, lo intenso, lo que supe ser,
y saber que es historia.
No puedo y no quiero, ahora me resisto,
a olvidarlo todo por otra mujer.

2.7.07

Cómo te lo digo???
Ya nada es igual,
lo único que hago es pensarte todo el día.
Cómo te lo digo? No te va a gustar.
Cómo te lo digo, que siento el desgarro,
pero que no tiene nada que ver con vos?
Cómo te lo digo,
ojalá nunca me hubieras querido.
Cómo te lo digo,
son esos ojos, es esa boca.
Cómo te lo digo,
que no si no te como la boca bajaré a los infiernos
(como dice Estopa).
Cómo te lo digo
que no puedo hablar.
Su cabeza le dijo no, varias veces, no hagas una locura.
Te va a pasar lo de siempre! Le advirtió...
Claro, el corazón, muy valiente cuando se siente acompañado,
no lo escuchó ninguna de las infinitas veces en que se cruzaron.
Si esta misma mañana le dijo a la boca que le diga adiós,
pero el corazón irrumpió y presionó a la lengua para que le pida un te quiero.
Demasiado bien se sentía el corazón que se daba cuenta que algo andaba mal.
"Como siempre, mejor estás, peor vas a estar", se repetía constantemente.
No seas iluso, no se usa en estos tiempos. Nadie lo ve, nadie lo siente.
Que carajo me importa!, decía el corazón, agrandado, creyendo que había encontrado una compañera para sus juegos, creyéndola impiadosa como él, valerosa con tal de saciar sus sedes obscuras.
Que carajo me importa el mundo!, repetía, mientras tejía sobre su recuerdo las mil y una historias en complicidad con la mente.
"Si necesito que me quiera, se lo pido", sostenía y argumentaba sus desequilibrios con la misma sinceridad con que configuraba las mismas ilusiones que creaba.
Pero llegó la noche. Otra noche, de las mas negras. De esas que marcan finales.
El corazón supo que todos tenían razón, que ella no era lo que él pensaba, pero si tan querible y fascinante como la había visto.
Y así se fue, pidió disculpas a la mente por involucrarla en esas cosas, a la cabeza por no oírla, a la boca por obligarla a besar, a sus manos por tener que guardar el recuerdo de esa piel, a los ojos por tener que seguir viéndola aún con otros ojos, y al deseo, que finalmente se había prestado a jugar el juego, y que ahora se quedaba sin nada.
y fue en busca de la soledad y la desesperanza, que al fin y al cabo son quienes lo estaban esperando, siempre, sin pedir nada a cambio.
¿Ahora ves quien pierde más?
Si alguien que no tiene mucho
y busca un te quiero,
un corazón lúdico con quien barajar las cartas de un nuevo juego,
avivar el fuego que tiene en el cuerpo,
encender alguno en tu porpio ser;
o alguien que no quiere mudar ni su ropa
por temor a ese capitán dictador
te diga que no sueltes amarras
y dejes que tu barco navegue las aguas de lo incierto,
o me deje a mi atracar en vos.
¿Ahora ves quien pierde más?
Levantando el dia de la primera luna de julio buscaba la excusa perfecta de volverte a ver.
Tomando los recaudos armaba una táctica que no dicta la razón, si contar los riesgos de armas ajenas que montan la guardia cuidando el valor.
Ante los embates de caricias brujas, que encienden la ira como no debiera, yo me fui al ataque, una y otra vez, quedando en offside como un pelotudo que mira las cosas que no quiere ver.
No dejé defensas y mi corazón, lento en el medio campo, por más que corrió poco pudo hacer para defenderse del todo,
y el Midas de mierda me vuelve ganar.
Perdiendo por mucho, no pude empardar,
busqué mil maneras, pero no hubo más.
Y en un contrataque, cuando ya sin fuerzas la quise guapear,
me volví al vestuario con brazos en jarra, la cabeza gacha,
buscando pretextos para comprender,
que lo que se dice,
y lo que se piensa,
no tiene medida ni razón de ser.
Como siempre pasa, en cada derrota,
la soledad es el único amigo que nos viene a ver.