30.5.10

Pasan los años,
caen gobiernos,
se levantan guerrillas,
mueren hijos de puta,
nacen ángeles terrenos,
salen campeones los clubes chicos,
quedan al borde del abismo los más grandes,
suben las bolsas de valores,
se derrumban montañas de sueños...
...y así y todo se renuevan los corazones sensibles.
(Pero ando necesitando tener menos necesidades.)

14.5.10

Cuando te conocí te lo di,
cuando te fuiste me lo arrancaste.
Todavia me queda algo de dignidad,
pero devolvemeló que tengo que seguir.
Porque el mar azul viene y se va,
pero algunas cosas quedan en la arena.

11.5.10

Baires y vos se parecen.
Tienen la misma cara,
me hablan igual al oído,
y ya no me dicen que si.

Hasta a las ramas le temo,
que el mismo color de ojos tienen.
Humos de amor y lujuria,
sacando aquello de ahí.

No tengo la yugular
donde hincar el diente,
ni churrascos para el postre
que me ponían al dente.

Los chanchitos hacen noni
pero no están en mi lecho,
y el gallego tira dardos
con veneno del recuerdo.

Si hasta la suerte migró.
No digo que me dormiste,
pero zafaste otra vez...
se fue cuando vos te fuiste.

Caballito me volvió a ver
despilfarrando ilusiones.
No me queda ni el calor.
Cuando te acostumbrás a perder,
nunca te sentís ganador.

Remonto otra vez las calles
bucando alegrías perdidas,
solo me alumbra un farol
y un hermano que elegí…
Prefiriendo un cero al As
que andar tachándome dobles.


La familia está en la calle,
para el resto me morí.
Traiciones, abusos y engaños,
tan de hombre y de mujer,
el ocaso de mi alma...

...las letras y los papeles me roban lo que no vi.

4.5.10

Un pasaje a nunca vuelvas
sin preaviso de despido,
una salida tan anunciada como negada.

Una misma boca que lamía heridas
y curaba los males,
terminó traicionando palabras
y clavando puñales.

Una verdad, entre todas las mentiras,
la que menos cierta tenía que ser,
la que siembra dudas y descubre velos.

Una vuelta obligado
que mudó la sensación a la calle realidad,
un corazón de neón que ya no brillaba,
apenas calentaba.

Una frase que no deja dudas,
y que duele innecesaria,
la del sentir tan limitado
que hace falta otro mercader.

Un reloj que no despeja equis,
su tic-tac agrega más confusiones
y le come el marulo a los celos.

Una lágrima, y mil más,
diciendo lo que las palabras no se animaron,
un gato que gritaba tu soledad.

Un ocaso entre todas las mañanas,
el sabor amargo de besar el suelo,
un corazón encerrado en caja fuerte
y con la llave tragada de antemano.