Que me transpiren las manos,
que se me quiebre la voz,
que me quede sin palabras,
que vuelva a pensar en vos.
Ese volver a nacer,
el constante acelerar,
es lo que extraño hoy

Se oscureció el cielo,
se vive como el infierno.
La mentira tiene patas cortas
pero también llegan al suelo.
El veneno que generas
te terminaste tragando,
tu alma cambió de bando
y se volvió impiadosa,
ya no sabes que querés,
o querés ya cualquier cosa.
Extraño al ángel que conocí,
ya no queda casi nada.
Destilás tanto odio
que ojalá no te vuelva a ver,
si fueras hombre te fajaría,
pero sos una mujer.
Y las lagrimas que quedan,
preguntas sin responder,
se apilonan en la garganta,
se deslizan por el espejo,
son parte de aquellas cosas
que ya no quiero saber

No se viste el cienpiés sin la ayuda de mil manos.
La papelera no se vacía sola
y tiene los planes que hablaban de vos,
los planos de una vida edificada,
el recuerdo de la mala yunta,
la idea del tercero,
la novena sinfonía,
y una agonizante y deshilachada oda a la alegría.
Más al fondo
el golpe y su dolor conviven,
se amontonan con demás golpes,
al corazón,
y la carta que necesitabas empardar.
Y yo?
La juego a la generala,
me despinto de payaso
y ya no aguanto el
azufre que embadurna esa canción.
En el paraíso en que vagaban la bohemia y el amor,
hoy no deja de llover

No se cuando fue.
Un descuido.
Quizá un pestañeo de la vida.
Llegué a pensar que me la habían cambiado.
Ya no llama a puro llanto,
ahora pide las cosas.
Ya no deja que la vea,
se oculta en su pudor.
Juro que hace unos dias era una bebé.
7 años, como pasa el tiempo la puta madre.


Feliz cumpleaños!
Te amo, papá