13.6.13

No se viste el cienpiés sin la ayuda de mil manos.
La papelera no se vacía sola
y tiene los planes que hablaban de vos,
los planos de una vida edificada,
el recuerdo de la mala yunta,
la idea del tercero,
la novena sinfonía,
y una agonizante y deshilachada oda a la alegría.
Más al fondo
el golpe y su dolor conviven,
se amontonan con demás golpes,
al corazón,
y la carta que necesitabas empardar.
Y yo?
La juego a la generala,
me despinto de payaso
y ya no aguanto el
azufre que embadurna esa canción.
En el paraíso en que vagaban la bohemia y el amor,
hoy no deja de llover