
Sabiendo que yo en tu puerta
ya no voy a molestar,
pispeaste así, de coté,
haciéndote la del tuerto.
El quía me tira el muerto
y la juega de bacán,
chamuya que yo lo parlo
y a mi me pinta un gomía,
más que veleta es otario
porque nunca saca en cuentas
las patas cortas de su careta.
Y vos, que la sabés lunga,
me extraña araña
que compres la que te vende
y encima me pongas gorra,
o estás perdiendo la maña,
o te estás haciendo la zorra,
porque no querés oír
las voces que dejo al viento.