30.6.07

El ogro y la hechicera volvieron a estar frente a frente antes de que las estrellas anuncien la llegada de la noche.
El llegaba con su farol de angustias encendido en el pecho y en su máxima expresión, con la idea férrea de apagarlo antes de que lo quemara vivo, y suponiendo que la hechicera pensaba lo mismo.
Pero las estrellas trajeron la noche, con ella la magia y su razón de ser, llevádose a cambio todas las angustias, planteos, disculpas y quien sabe que. Entre vinos tinos y cervezas rubias dejaron en claro cada cual lo suyo. Salieron al frío dejando también sus baúles de carga, y entre cigarrillos y un testigo a cuestas, cruzaron sus ojos una y otra vez hasta que las bocas no dijeron basta, pero las palabras dejaron de ser.
Sus ojos le dijeron todo. Los labios ajenos quisieron ser esquivos pero fallaron como por error cuando un flechazo intenso salió de la boca del ogro y partió en dos la de la hechicera, calmándose así la sed sin temor con agua que bebió repetidas veces, al tiempo que le susurraba toda su intención. Repitió los disparos con blanco certero, que manaban de sus fauces como caballos salvajes en busca de la ansiada libertad. Y le pedía, le imploraba, que desoyera la voz de la culpa, que la responsabilidad era entera y eternamente suya.
Tratando de perpetuar el momento, y antes de que el reloj diera las 12 como si un conjuro pudiera arruinarlo todo, sólo dos hechizos le pidió al hada antes de irse:
-Nunca te olvides de esta noche; la besó, la miró, y volvió a decirle: -nunca te alejes de mi.
Ella contestó temerosa, pero asintió. Parecía perdida, aturdida; mas le aseguró que también era un momento especial que merecía/necesitaba vivir.
Las ánimas de un raro amor invernal los vieron sellar el acuerdo con pasionales besos y precisados abrazos antes de que el ogro partiera a su mundo, desde donde no dejó un día de pensar en esa noche, teniendo una rara sonrisa en la cara que disimulaba el parche del ojo, como muestra de lo que había vivido, y soñando ahora con que tendría más.

26.6.07

Otro poco de dulzura,
que no empalaga,
me reanima,
me sosiega,
me ilumina.
El amor no es de nadie,
sólo de quien lo disfruta.

23.6.07

Tenés el sol en tus manos.
No busques razones,
no busques excusas para no hacer lo que te pide el alma,
no busques culpas que te obliguen a no ser vos.
No busques pretextos para decir adiós.

No me lo digas...

Les propongo un juego del cual fui invitado por mi amiga Dulci, se llama MEME.
Las reglas son las siguientes:

1-Hacer un listado de 8 cosas de ti mismo, es decir características personales y actitudes.
2-Invitar a 8 personas y anotar sus direcciones en tu blog

Ahí vamos:

1) Sensible, al extremo (pero me gusta, y al que no que se compre un Burro)
2) Cabrón
3) Impulsivamente vehemente (mastico vidrio, pero no lo trago) y capaz de cometer actos de sincericido irremediable.
4) Creativo
5) Imprevisto
6) Vicioso
7) Depresivo
8) Amo el color rojo, los abrazos, los besos, las sonrisas, las caras de sorpresa, las sorpresas, las demostraciones de afecto.

Invito a estos amigos...

Dani: modakuantica.blogspot.com

Chric: chric.blogspot.com

Tricia: triciaclaud.blogspot.com

Pame: salud-amor-y-fortuna.blogspot.com

Lore: lorenasaez.blogspot.com

Kotto: theworldofkotto.blogspot.com

Caminante: caminante-caminate.blogspot.com

Dan: mantillozen.blogspot.com/

21.6.07

Veo tu boca por todos lados,
pero no la encuentro en ninguna parte.

¿Continuará?

20.6.07

Lula, Lulela, Lulelay... Tio lucas, Vasco, Lagoa, o como te digan ahora
Te vino a buscar y te fuiste así nomás.
Con lo puesto y sin un amague,
sin una puta despedida.
No es que la debas, Lula,
con todo lo que diste y dejás
está todo pago.
Te llevaste a Filomena y todo su hormiguero,
al gigante Marmelín, las anécdotas del balero,
de Carioca y Pasalamacana,
y del carro de lechero,
y hasta una luna de miel en Quilmes
entre tu vieja y “el Galletero”.
Me quedo cuidando tu amor por la banda roja,
por Betty Boo, los burros
y algo del arrabal zurdo que supiste legar.
Me quedo y guardame un lugar
donde te presentes la próxima,
Que juro cumplir mi promesa de ir a verte.
Igual no te dejo ir solo, ni te vas del todo.
Donde vayas me llevás con vos, donde esté te quedás conmigo,
en el éter, en el tango,
en un café, un mate y la claringrilla,
o el Prode casero del domingo a la tarde
que ayudaba a matar la amrgura con la oreja pegada a la “radio landia”.
Te quedas acá, en Bartolomé Mitre,
en la cancha del Bohemio, el Charade naranja,
donde muchachines y papines vamos a estar esperándote
con el gofio y los lupines.

13.6.07


Ni la suerte tramposa,
ni la muerte impiadosa
lo pueden a él.
Así, con la nana a cuesta
remonta el alba,
lleva consigo el bolso lleno de angustia
que le quiebra el alma,
pero no le corta la esperanza.
Busca el porvenir,
sin saber que va a venir,
y eludió la férrea marca
y un foul fuerte de la Parca
que lo vino a despedir.
Así, con la nana a cuestas
enciende linternas buscando el amor,
que se ha vuelto esquivo.
Con resaca a cuestas vuelve al nido
maldiciendo por quien no tiene madre santa
y pocas ganas de revancha.
Así, con esa misma veteranía
de mil noches y mil días,
no deja que el tiempo lo llene de edad,
cual pibe que ansía cada Navidad.
Y va en busca también
del tesoro de un pirata que quiere emular,
y quiso la vida que el parche en el ojo
solo ha de faltar.
Mas con parche en el alma,
el cuore le fía y "el Viejo" se anima,
sólo con sus puños la vida pelear.
Y el mejor tesoro, el de no aflojar, me lo lega siempre:
no va a abandonar.

12.6.07

Tira la piedra,
esconde la mano.
Dónde escuché la dulzura en mis oídos?
dónde puse freno a tu empuje?
dónde saqué los colmillos?
Donde nadie pueda verme,
ahí voy a guardarme un tiempo...
Ahí, donde nadie puede oírme,
donde me transformo en bestia,
donde a nadie más lastimo.

11.6.07

Pelotero de sensaciones,
sube y baja de emociones,
tobogán de sentimientos.
Calesita en la cabeza.
Corazón al arenero,
pero vivo y entero.

8.6.07

Puta que levanta un buen fuego!
Pero jugar con fuego, es el mismo fuego?
La misma llama que enciende el alma,
la misma que no se apaga, como un fuego eterno,
permanece indemne, agazapada,
esperando que alguien la avive.
Ese fuego, como todos,
maravilla, fascina, calienta,
y hace que la sangre hierva.
Pero (porque siempre hay uno), el fuego siempre es fuego
y en un descuido, una mañana cualquiera,
puede promover un incendio.