
Cerrando más puertas, violando recuerdos,
pelando con otros molinos de viento.
Ni en el empedrado hubo ya melanco.
Cigarro en la boca ve esa señal,
hoy pudo volver y no ser touché.
El subte se fue y no hubo mas palabras,
ella hasta el Cabildo,
a él el 55 lo llevó a Palermo (cerca del olvido).
El aire era otro, no se siente enfermo,
o al menos intenta jugar a no estarlo.
Timbeando a la vida sigue su consejo
no quiere tacharse otra vez la doble,
pelea porque sea escalera real
(de esas que te suben y no te hacen mal).
Levanta el marulo, vive sin reflejos,
y lo que el cuore dicta es su razón de ser.
Así vive hoy, casi como ayer,
casi como dando pasos de cangrejo...