Y como una ratarajás por el empedrado.
Vas oscura,
no hay farol que te de luz,
ni brillás como antaño
donde corrió sudor.
No es molestia, pase usté...
total se toma la pinta
y descansa el cogote
donde pesa la excusa
de hacerse mujer.
El problema no es querer,
sino hacerse el ofendido
pelearse con el cuore...
y mentirse con la piel.



