
A los que están (siempre),
los que vinieron y los que eligieron irse,
los que piden que me quede,
los que suplican que me vaya.
A los que se llevó "el Jefe",
los que se podrían ir al infierno,
los que no cuentan ni pa' sumar,
los que aparecen cuando no duermo.
Los que se meten sin previo aviso,
los que sonríen sin permiso,
los de la vida real, los de la vida virtual.
Los que chamuyan y los que escuchan,
los que me escupen y los que me besan,
los que estudian, los que profesan.
Los que se esfumaron,
los que en pipa me fumaron,
los que me la hicieron chupar,
los que me la chuparon.
Gracias a todos, de corazón,
por haber formado parte de este año de mierda,
y haberme hecho notar del valor de la ceguera.
2007, menos mal que te vas,
ojalá sea a nunca vuelvas...
(Y te despido con valentía
porque el 2008 va a ser mío, lo siento acá...)