No abandona la lucha, la pelea hasta el final.
Cansado ya de caer va con la cabeza gacha
y la certeza de saberse perdedor.
Vuela bajo, carretea,
le teme al olvido y el destierro,
y se arrastra por un pedazo de amor.
Un miedo como escudo
y un te quiero por bandera,
armas rancias, mustias, sin valor.
De mudanza en mudanza
deja el barrio cada tanto,
empujado por sus pestes
y una bolsa con fracasos.
Quiere habitar donde el amor
y se queda en el umbral,
por dormir con el dolor
solo guarda soledad.
4 comentarios:
Las mudanzas y los flestes de nuestros dolores son eternos pasajeros en trance...
Siempre al pie del cañón Ud. eh!
Abrazo de gol
viajando por esta tierra, paso a dejar una flor, puede que la angustia no ceda, pero me conformo con un pedazo de amor.
Saludos
Gracias Luna! Vuelva cuando quiera
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