Las preguntas sin respuesta tienen sabor a certeza,
a mentira descubierta,
a rey muerto y rey puesto.
La indiferencia, en cambio, enarbola la bandera de la
seguridad.
del frio glacial,
de la excusa perfecta.
Y el olvido...
...quizá no recuerda el camino,
tal vez ya no quiera regresar,
puede que se haya marchado con vos
y tampoco él quiera quedarse conmigo.
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