15.11.13

Se oscureció el cielo,
se vive como el infierno.
La mentira tiene patas cortas
pero también llegan al suelo.
El veneno que generas
te terminaste tragando,
tu alma cambió de bando
y se volvió impiadosa,
ya no sabes que querés,
o querés ya cualquier cosa.
Extraño al ángel que conocí,
ya no queda casi nada.
Destilás tanto odio
que ojalá no te vuelva a ver,
si fueras hombre te fajaría,
pero sos una mujer.
Y las lagrimas que quedan,
preguntas sin responder,
se apilonan en la garganta,
se deslizan por el espejo,
son parte de aquellas cosas
que ya no quiero saber

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