14.7.07

Vas, venis,
te soltás, te amarrás.
Te mostrás, te ofrecés,
te escondés, te perdés.
O cruzás y venís,
o me abrís, o salto yo.
Y un reloj que no es esquivo,
ni manda ni nos lastima,
marca por fin la hora exacta
de abrir la puerta para ir a jugar.

2 comentarios:

Carolina dijo...

que buen juego,donde nadie se lastima,donde se va y viene,quien no quiere que llegue la hora para poder vivirlo y vibrarlo.
besos gorodos
nos visitamos

Naimad dijo...

Gracias Caro, siempre tan aplicada con esto de las visitas.
Besos para Ud. también.